Pasticcio escorzado

De parodias, imitaciones, música, postmodernismo y diversos temas de interés.

Desde mi más tierna infancia recuerdo escuchar decir a las personas que si hacian sonar los discos de vinil al revés de artistas como Gloria Trevi escucharía mensajes satánicos que entrarían a mi cerebro y terminarían convirtiéndome en un demonio remasterizado. Nunca pasaba para mi desgracia.

Muchas personas siguen creyendo esta clase de mitos urbanos, pero hoy nos queda claro que aunque se oculten pistas dentro de las canciones, ello no constituye un mensaje subliminal. Hablar de mensajes subliminales es cosa del pasado, lo de hoy son las drogas acústicas.


Se conoce como drogas acústicas a ciertos sonidos que simulan los efectos de las drogas -como desorientación, aceleración del ritmo cardíaco y mareo- pero dichos efectos no son mas que producto de los fenómenos psicoacústicos que limitan el cerebro. Para que estos surtan efecto es necesario tener una exposición ante esos sonidos cuando menos por 15 minutos, por lo regular esas canciones se presentan muy largas y repetitivas tanto en ritmo como en melodía.

Además es necesario que se escuchen con audífonos, puesto que el ángulo de incidencia en los lóbulos es más directo; después de todo es más sencillo hacerlo a través de estás micro bocinas a apostar que el receptor tenga un equipo de sonido que reproduzca todas las frecuencias oportunas para que la "droga" surta efecto. Principalmente porque los sonidos son binaurales, es decir, se generan dos distintas frecuencias para cada oído o, bien, puede ser diferencias en tiempo de arrivo o de intensidad de un oído respecto al otro.

El cerebro humano no responde con una sola área ante la interpretación musical, sino como una red que se activan ante ella, aunado a esto existen diferentes efectos como los batidos (Beat Tones), el Dopler, el enmascaramiento y el Hass, que condicionan la forma en la que nuestro cerebro interpreta lo que el oído interno decodifica a partir de lo que el oído medio recibe; de ello se aprovechan empresas como i-Doser para crear las "drogas acústicas". Dudo que esto funcione a pesar de que hay gente en la red que asegura que sí.

Es cierto que casi toda la música [OJO: dije casi] se encuentra dentro del rango de audición humana*. No en todas las ocasiones es así; uno de los casos más sonados es el de los efectos que la banda británica Throbbing Gristle provocaba en algunos de sus conciertos al propagar frecuencias fuera del rango de audición humana con fuentes sonoras especiales, las cuales provocaban vómito negro en la audiencia. Según Genesis P-Orridge su propósito era el confundir el cerebro de los integrantes de la audiencia a base de muestras repetitivas de momentos muy cortos como orgasmos, muertes y, en general, sucesos que los humanos no están acostumbrados a relacionar de forma repetitiva y consecutiva; sin embargo, no es más que obra de la psicocústica.

Al final del día ¿se trata de verdaderos simuladores de drogas o tan sólo de alteraciones anímicas a cargo de la psicoacústica? Creo que hay tantas respuestas como oyentes.



* El cual es de 20 Hz a 20 KHz.

3 comentarios:

Alan Miranda dijo...

Bastante interesante el tema.

Hasta me dan ganas de estar bajo los efectos de esto. ¿Sabes dónde puedo encontrar algún ejemplo?

Por cierto, me causa mucha curiosidad saber de dónde sale toda esta información.

Drummer girl dijo...

¡Hey!

Pues en general las drogas acústicas se hacen a través de comercio electrónico. Pagas y tienes derecho a descargar el archivo seleccionado aunque hay algunos malos formatos (por aquello de la compresión a lo bestia en los audios) en descarga ilegal por toda la red.

La información, alguna, la saco sobre todo de observación, de visitar las páginas y del conocimiento previo que tengo de psicoacústica, que no es un tema muy escrito ni difundido en países latinoamericanos, pero que aprendí muy bien cuando estudiaba Ingeniería en Audio y me dediqué a hablar más con ingenieros, sonidistas y mis propias conclusiones a partir del conocimiento que tengo del funcionamiento y anatomía del oído.

Saludos y gracias por leer y escribir.

Katyba dijo...

Claro! Justo como las bocinas de frecuencias ultra bajas que los Butthole Surfers querian construir para lograr hacer que el publico defecara a medio concierto.

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